Este restaurante ambientado al estilo mesón, con un salón con capacidad de 40-50 personas, además de la barra y los veladores exteriores y donde, como su propio nombre indica, se pueden degustar sabrosas carnes a la brasa a un importe no excesivamente desorbitado.
Como entrantes se tienen las habituales ensaladas, diversos revueltos, tortillas de espárragos, jamón o gambas, cogollos o alcachofas con anchoas, bacalao marinado, habitas con jamón, gazpacho o salmorejo, todo entre los 7 € de la mayoría de platos hasta los 15 € de los cogollos o alcachofas con anchoas.
Al ser un mesón más orientado a la carne que al pescado o mariscos, no hay amplia variedad de los mismos como plato principal, aunque sí son recomendables como entrantes o acompañamientos: lubinas, pez espada, meros, almejas, navajas, boquerones, gambas, pijotas, calamares, pulpos, atún (con pimientos asados), mejillones o incluso algas como las ortiguillas, con platos que van entre los 8€ y los 13 € de las gambas o la lubina.
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| Ración de Mejillones al Vapor: 7€ |
Como plato fuerte, las carnes a la brasa. Desde el cordero (chuletas, caldereta, paletilla o pierna asada), al cerdo (lomo, churrasco, solomillo a la brasa, al jerez, pimienta o al roquefort, o lechón), pasando por al ternera (chuletón, carrilleras, solomillo o entrecot), buey o el rabo de toro. Nosotros optamos por solomillo al roquefort (13 €), muy jugoso.
Cuentan además con una completita carta de vinos que, al igual que el resto de bebidas tiene precios asequibles. Por último, comentar que el servicio, familiar, muy amable.
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